27/11/2022

La escuela cristiana y su compromiso social

Este ha sido un inicio de curso donde las necesidades sociales se han hecho bien patente en la escuela cristiana. En las aulas entran cada día alumnos con sus ilusiones, ganas de aprender, de compartir, de jugar,… pero también con sus situaciones personales y familiares: marginalidad, desahucios, problemas de salud, desatención familiar,… Son niños y jóvenes con necesidades diversas, muchas veces materials pero también de acompañamiento y apoyo.  Según la encuesta de condiciones de vida de 2021 del Idescat, en Cataluña hay un 32.6% de menores de 16 años en riesgo de pobreza y exclusión social.   La crisis económica y la pandemia han incrementado la vulnerabilidad de muchos alumnos.

La escuela de iniciativa social acoge en sus aulas a muchos de estos alumnos y sus familias. Lo hace por vocación y por ser nuestra misión. Sólo habría que recordar los orígenes de muchas escuelas de congregaciones o parroquiales que fueron creadas para dar una buena formación a gente que quedaba excluida. Los centros y los equipos educativos emplean muchos esfuerzos no sólo para que tengan una buena educación, sino para compensar muchas de estas carencias que la administración no llega a cubrir: desde becas de comedor, ayudas por libros y material, a alfabetización de sus familias.  En esta tarea, la colaboración con entidades como Cáritas es esencial ya que se da una respuesta más integrada y completa.

Cabe señalar que el compromiso social de la escuela cristiana es muchas veces desconocido o ignorado. Les datos lo demuestran: nos comprometimos a escolarizar a más de 21.000 alumnos con necesidades socioeducativas y lo estamos haciendo a más de 24.000. La administración, sin embargo, sólo ha dedicado 12M€ de los 21M€ a los que se comprometió.  Dejar los centros sin estos apoyos es desatender al alumnado más vulnerable.

Cataluña debe poder ofrecer una educación de calidad y de equidad a los más jóvenes y no lo podrá hacer sin la escuela de iniciativa social. Las escuelas cristianas seguimos comprometidas a generar oportunidades educativas para todos, independientemente de la situación familiar, origen o religión. Sin embargo, es imprescindible que las administraciones públicas dediquen los recursos suficientes para que esto sea factible. La responsabilidad no puede ser desigual, como lo es ahora.