Nota de prensa10/09/2020

Las diez Cáritas catalanas atienden un 63% más de personas en los programas de primera respuesta a la COVID-19

1 de cada 3 personas atendidas durante el estado de alarma no habían necesitado nunca antes la ayuda de Cáritas

 

Hoy, en la sede del Colegio de Periodistas de Cataluña, ha tenido lugar la presentación en rueda de prensa de la Memoria 2019 de las Cáritas diocesanas con sede en Cataluña y el impacto de la COVID-19. En el acto han intervenido el cardenal Joan Josep Omella, arzobispo de Barcelona y obispo delegado de la Conferencia Episcopal Tarraconense a Cáritas Cataluña; Francesc Roig, presidente de Cáritas Cataluña; Cora Mazo, representante de la Comisión de Acción Social de Cáritas Cataluña; y Anna Roig, representante de la Comisión de Comunicación de Cáritas Cataluña.

Francesc Roig ha puesto de manifiesto que antes de la crisis de 2008 ya existían unas debilidades en nuestro modelo socioeconómico que conllevaban un fuerte riesgo de cronificación de las situaciones de exclusión y, incluso, de polarización de la estructura social.

Ante las noticias sobre la recuperación económica, los estudios de Cáritas ya constataron que, a pesar de esta situación, la mayoría de las familias atendidas por Cáritas aún estaban inmersas en la mitad del túnel y, además, su red de protección social y familiar ya había agotado sus reservas de ayuda.

La situación en Cataluña nos muestra que 1,5 millones de personas hace diez años que piden ayuda -debido a su gran vulnerabilidad- y no ven una salida a su situación. Aparte de este millón y medio, Roig remarcó con preocupación que «hay un millón de personas más que, a pesar de tener un trabajo (eso sí, precaria e incierta), están atemorizadas y angustiadas sólo de pensar que si vuelve una crisis como la que acaban de sufrir, caerán irremediablemente en la exclusión «.

En referencia a la acción de Cáritas durante la COVID-19 en Cataluña ha explicado que Cáritas no cerró, aunque tuvo que adaptar sus servicios a la nueva realidad y vio como las peticiones de ayuda se multiplicaron por tres a las Cáritas de toda Cataluña.

Respecto a la implementación del Ingreso Mínimo Vital (IMV), Francesc Roig ha manifestado que le recibieron positivamente, pero habrá que ver su encaje con la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC). «El IMV no está dando una solución real al problema de cientos de miles de ciudadanos, y si no hay un verdadero impulso con recursos humanos y económicos, se quedará en nada».

Finalmente, el presidente de Cáritas Cataluña ha hecho hincapié en la importancia de ir juntos. «Si las fuerzas políticas, sindicales y empresariales no llegan a construir un plan de choque inmediato, hay que prepararse para una situación que aún se agravará más».

217.171 personas acompañadas por Cáritas en Cataluña en 2019

Cora Mazo, representante de la Comisión de Acción Social de Cáritas Cataluña ha explicado que en 2019 las diez Cáritas diocesanas con sede en Cataluña acompañaron 82.139 hogares donde vivían 217.171 personas, un 2% menos que en 2018.

Según los datos presentados, los colectivos más afectados por la exclusión social son las familias con hijos y las madres solas, así como las personas que provienen de otros países y que no tienen su situación regularizada, o bien caen en la irregularidad sobrevenida.

La mayoría son familias con hijos, que representan prácticamente la mitad de las personas atendidas (48%). Esto nos confirma la especial vulnerabilidad de los hogares con menores y jóvenes, una tendencia preocupante. Muchos niños y jóvenes crecen hoy en familias marcadas por privaciones materiales severas, y tendrán mucho más difícil lograr un empleo, una vivienda y unas condiciones de vida de cierta seguridad en las que se puedan proyectar personalmente y familiarmente en el futuro.

Cora Mazo también ha destacado la elevada proporción de personas solas atendidas (32%), cifra que pone de manifiesto las situaciones de vulnerabilidad de personas sin hogar y de personas migradas solas que acuden a las Cáritas con sede en Cataluña.

Un tema muy preocupante es que prácticamente la mitad de las personas atendidas NO dispone de una vivienda digna, proporción que aumenta año tras año. En concreto, desde el 34% que representaban en 2017 aumentaron el 48% en 2018 y hasta el 49% en 2019.

Analizando la zona de nacimiento destaca el aumento de peso de las personas atendidas provenientes de América del Sur y de América Central, hasta representar el 34% del total, lo que refleja el incremento de las personas que tienen que huir de sus países de origen por situaciones de violencia.

La situación legal de las personas atendidas por las Cáritas catalanas durante 2019 muestra un incremento de cinco puntos porcentuales de personas en situación administrativa irregular, hasta representar el 34% del total, que por primera vez iguala la proporción de personas en situación administrativa regular (34%) y supera las personas de nacionalidad española, que se reducen hasta el 32%.

Es urgente un cambio de paradigma

A continuación, Anna Roig, representante de la Comisión de Comunicación de Cáritas Cataluña ha hecho un breve análisis sobre el impacto social y económico de la COVID-19 a las familias atendidas por Cáritas. Roig ha destacado que un 68% de los miembros de los hogares atendidos por Cáritas en edad laboral estaban en paro, lo que supone un aumento de 21 puntos porcentuales respecto a principios de marzo. Esto ha provocado que los ingresos de los hogares hayan caído un 33%, ingresando de media unos 536 € mensuales. Además, la mitad de los hogares atendidos por Cáritas han tenido dificultades para hacer frente a la hipoteca o el alquiler, o no han tenido suficiente dinero para pagar los suministros.

Los datos, extraídos de 550 entrevistas realizadas a hogares catalanes acompañadas por Cáritas, demuestran que, actualmente, 1 de cada 4 hogares no dispone de ningún ingreso. En este contexto, Roig ha pedido un cambio de paradigma, en el que se aborde la garantía de ingresos mínimos para todas las personas; la regulación del sector inmobiliario (sobre todo en cuanto a la vivienda de alquiler); un cambio de modelo productivo; generación de empleo estable y de calidad, especialmente para los jóvenes; cambios en la política migratoria y de asilo, la creación de un nuevo pacto político que garantice las pensiones actuales y futuras, así como el apoyo real a la pequeña y mediana empresa, entre otros.

La comunidad tendrá un papel clave en el futuro de todos

En la última parte de la rueda de prensa ha intervenido el cardenal Joan Josep Omella, arzobispo de Barcelona y obispo delegado de la Conferencia Episcopal Tarraconense a Cáritas Cataluña. Por Omella, los datos de esta memoria «constatan que estamos muy lejos de superar la crisis que comenzó en 2008, y más teniendo en cuenta los estragos que ha originado la pandemia». «La COVID-19 nos ha obligado a reorganizar la vida de la Iglesia y también el servicio que Cáritas hace desde las parroquias y arciprestazgos. En este tiempo de pandemia y de confinamiento, debemos agradecer la acción desplegada por Cáritas junto con otras instituciones de servicio y de solidaridad «.

Omella destacó la tarea imprescindible de las 12.991 personas voluntarias y de los 595 profesionales de la entidad, remarcando la llegada de 625 nuevos voluntarios durante la COVID-19. Asimismo, ha dado las gracias a los 13.863 socios y donantes y las 1.269 empresas. «Sin todos ellos, nada de esto sería posible», indicó.

«Tenemos por delante un tiempo de graves dificultades económicas y sociales y, ante esta situación, no podemos cerrar los ojos ni el corazón. Hay que estar al lado de los más vulnerables, con un acompañamiento fraterno y comprometido. En esta nueva etapa, será clave el papel de la comunidad como elemento de cohesión social y de protección entre las personas, así como un acompañamiento integral que incluya la dimensión psicoemocional «, concluyó el cardenal Omella.