Noticia12/07/2021

En el año 2020, los Cáritas catalanes aumentaron los cuidados sociales un 26% más respecto al 2019

«La sacudida del Covid-19, el estado de alarma y el largo período de confinamiento han supuesto una sacudida social, económica y emocional considerable»

 

En el año 2020, 141.194 hogares donde viven 272.702 personas se beneficiaron de la acción social de las Cáritas con sede en Cataluña, lo que representa un aumento del 26% respecto del 2019. Así lo refleja la memoria de 2020 de las Cáritas diocesanas con sede en Cataluña presentada el pasado jueves (8 de julio), en la Sala Padre Coll de las Hermanas Dominicas de la Anunciata, en Barcelona. En el acto intervinieron Joan Planellas, arzobispo de Tarragona y presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET); Francisco Roig, presidente de Cáritas Cataluña; Miriam Haga, representante de la Comisión de Acción Social de Cáritas Cataluña; y Anna Roig, representante de la Comisión de Comunicación de Cáritas Cataluña.

Los colectivos más afectados por la exclusión social en este periodo marcado por la pandemia siguen siendo las madres solas, las familias con hijos, las personas mayores y las personas que provienen de otros países y que no tienen la situación regularizada, o que caen en la irregularidad sobrevenida.

El 64% de las personas atendidas se encuentra en paro, lo que refleja la estrecha relación entre las situaciones de paro y la exclusión social. El 16% tienen un trabajo, que siempre es precaria y no les permite cubrir sus necesidades básicas. En cuanto a la situación administrativa, se distribuye en proporciones prácticamente idénticas entre las de nacionalidad española (33%), en situación administrativa regular (34%) y en situación administrativa irregular (33%). Este último colectivo con aún menos oportunidades, y con una vulneración constante de sus derechos.

Francisco Roig, presidente de Cáritas Cataluña, expuso que «el bache del Covid-19, el estado de alarma y el largo período de confinamiento han supuesto una sacudida social, económica y emocional considerable» y que «la riada de la pandemia ha derribado muchas estructuras que intuíamos sólidas y probablemente nada volverá a ser igual ». Pero recordó que, a pesar de todo este derroche de inseguridad y sacrificio, Cáritas no ha cerrado.

Francisco Roig constata como «a pesar del ligero respiro que supuso el inicio del desconfinament y la llegada del verano, en Cataluña, cerca de la mitad de las personas atendidas por Cáritas continuaban en búsqueda de trabajo y casi dos de cada tres familias sobrevivieron con un trabajo informal, y el 20,2% de las personas atendidas por las Cáritas catalanas vivían en hogares que no contaban con ningún ingreso económico. Una estadística que casi ha duplicado la realidad de las familias que sufrían esta grave situación antes de estallar la pandemia, a mitad de marzo de 2020. Esto se ha traducido en que más de la mitad de los hogares acompañadas por Cáritas s hayan encontrado inmersas en situación de pobreza severa (55,3%) ».

Las medidas de protección social son insuficientes. Según explica el presidente de Cáritas Cataluña, «el 93,5% de las familias acompañadas por las Cáritas catalanas no cobra la Renta Garantizada de Ciudadanía. Sólo el 9,7% de las familias recibe correctamente esta prestación y casi el 50,5% de las familias transitan en el desconocimiento administrativo para pedirla. Un 64% de las familias atendidas por las Cáritas de Cataluña tampoco tiene información sobre el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y sólo un 19,4% considera que tiene suficiente información para poder iniciar la tramitación oficial ».