Noticia01/09/2022

1 de cada 2 familias con menores del área de Barcelona han reducido las actividades de ocio por motivos económicos

Un 16% de las familias con niños y adolescentes atendidas por Cáritas pide que las administraciones ofrezcan más actividades extraescolares gratuitas.

Este verano, más de 400 niños y jóvenes atendidos por Cáritas Diocesana de Barcelona participan en actividades de ocio durante los meses de vacaciones escolares. El objetivo de la campaña «Ningún niño sin verano» es que las personas más jóvenes puedan disfrutar del deporte y el ocio, independientemente de su situación económica. Para hacerlo posible, Cáritas cuenta con el apoyo de 23 clubes deportivos y centros de ocio, que ceden gratuitamente plazas para que estos niños puedan participar en sus campus de verano. Asimismo, proyectos de Cáritas dedicados a la atención de las familias con niños y adolescentes modifican su actividad, adaptándola a las necesidades de los niños durante los meses de verano.

«Durante el último año, 1 de cada 2 familias con niños que viven en Barcelona o municipios de su alrededor se han visto obligadas a reducir las actividades de ocio por motivos económicos», afirma Míriam Feu, responsable de análisis social de Cáritas Barcelona. Asimismo, en el último informe FOESSA elaborado por Cáritas se apunta que el 40% de las familias con niños y adolescentes viven en exclusión social, y que la cifra se eleva hasta el 50% en el caso de las familias monoparentales. «El 20% de los hogares con niños y adolescentes atendidas por Cáritas viven sin ningún ingreso. En este contexto, las actividades de ocio y deportivas son más necesarias que nunca, para que los niños y adolescentes puedan disfrutar de un tiempo de calidad donde desarrollar sus habilidades», ha dicho Feu.

Rompiendo la espiral de la pobreza

«El ocio educativo y las actividades extraescolares son una parte fundamental de la educación de los niños y adolescentes, ya que forman parte de su trayectoria vital y tienen un impacto muy positivo en el rendimiento académico, el bienestar emocional y la adquisición de habilidades sociales», añade Mireia Milian, responsable del programa de familias e infancia de Cáritas Diocesana de Barcelona. De hecho, la investigación en el ámbito educativo apunta que para los alumnos más vulnerables, participar en determinadas actividades extraescolares equivale a la ganancia de dos meses y medio de proceso académico en un curso escolar ordinario.

En el caso de los niños que viven situaciones de vulnerabilidad social es también un elemento de integración, dado que facilita espacios de socialización y se convierte en un elemento facilitador de la cohesión social en los barrios. Desde Cáritas Barcelona se ha pedido una mayor inversión en políticas centradas en la infancia, ya que España solo dedica un 1,3% del PIB. En cambio, la media europea es del 2,4%. Por otro lado, han instado a que las administraciones ofrezcan más actividades extraescolares gratuitas, tal y como piden un 16% de las familias con niños y adolescentes atendidas por Cáritas Barcelona.