Noticia04/05/2021

«Iglesia por el Trabajo Decente»: La pandemia debilita el derecho al trabajo, el pacto social y la democracia

Esta profunda crisis pone de relieve la necesidad de un cambio de sistema productivo, basado en trabajos que aporten valor

 

Bajo el lema «Ahora más que nunca: Trabajo Decente!», La iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente, ha lanzado un Manifiesto con motivo del primero de Mayo en el que alerta de cómo el impacto de la pandemia está debilitando el derecho al trabajo, y empobreciendo, precarizando y descartando a millones de trabajadoras y trabajadores, principalmente mujeres y jóvenes.

Las entidades de inspiración cristiana que impulsan en España esta iniciativa (Cáritas, Conferencia Española de Religiosos CONFER, Hermandad Obrera de Acción Católica HOAC, Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica JEC y Juventud Obrera Cristiana JOC) advierten que este deterioro provoca que » el derecho al trabajo esté en riesgo, lo que supone que el pacto social entre en crisis y, con ello, la propia democracia «.

Para Iglesia por el Trabajo Decente, esta profunda crisis pone de relieve la necesidad de un cambio de sistema productivo, basado en trabajos que aporten valor, sujetos de unas condiciones laborales dignas, y donde las personas estén en el centro. Las entidades consideran urgente subrayar, en este sentido, la importancia del trabajo como actividad humana que hace crecer la dignidad de cada persona y de sus familias, a la vez que participamos en el cuidado del conjunto de la sociedad y del planeta.

El Manifiesto denuncia la destrucción en el último año de miles de puestos de trabajo y que muchos de los ERTE puestos en marcha se hayan resuelto con despidos. Asimismo, lamentan que los trabajos consideradas esenciales tampoco se han visto reconocidas en una mejora de sus condiciones y que las medidas de protección social diseñadas para paliar los efectos de la crisis no han llegado a las personas que más lo necesitan, como tampoco ha pasado con el subsidio temporal previsto para las trabajadoras del hogar o el ingreso mínimo vital.

Otra de las consecuencias sociales de la pandemia es el agravamiento de las condiciones de pobreza entre la población migrante en situación administrativa irregular, donde el desempleo y la economía informal son mayoritarios, sin posibilidad de acceso a sistema de protección. Ante este panorama, Iglesia por el Trabajo Decente insta «ahora más que nunca a adoptar las medidas necesarias para conseguir que el trabajo decente sea una realidad accesible para todos, con condiciones que permitan mantener una vida digna y una protección social que llegue a todas las personas que lo necesitan «.