Noticia19/06/2025

Cáritas de Lleida, Urgell y Solsona incrementan un 17% las ayudas directas y alertan de una pobreza estructural

Las Cáritas Diocesanas de Lleida, Solsona y Urgell han presentado conjuntamente su memoria de actividades correspondiente al año 2024 en un acto celebrado en el patio del Institut d’Estudis Ilerdencs. El evento ha contado con la participación del obispo de Lleida, Mons. Salvador Giménez; el director de Cáritas Diocesana de Lleida, Rafael Allepuz; el secretario general, Francesc López, y representantes de las otras dos diócesis.

Durante 2024, las tres entidades atendieron a cerca de 8.000 personas de forma directa, alcanzando a más de 17.000 beneficiarios indirectos. La inversión global total ascendió a 8.716.286 euros, un incremento de más del 10% respecto al año anterior. De esta cantidad, casi 4 millones se destinaron a programas de acción social y 5 millones a iniciativas de inserción laboral a través de empresas y fundaciones.

Uno de los datos más relevantes de la memoria es el aumento del 17% en ayudas directas, que alcanzaron los 883.539 euros, destinados principalmente a cubrir necesidades básicas como vivienda, suministros y alimentación. Este incremento refleja la creciente presión que sufren muchas familias, especialmente en un contexto de aumento sostenido de los precios.

Francesc López ha alertado de que “nos encontramos ante una situación de no recuperación”, y ha remarcado que la pobreza se ha vuelto estructural y muchas veces invisible. Ha puesto el foco en la problemática del infravivienda y en la transmisión intergeneracional de la pobreza: “El 70% de los hogares atendidos tienen menores a cargo, y estos niños están abocados a heredar la pobreza si no se rompen los círculos de exclusión”.

El director de Cáritas Lleida, Rafael Allepuz, ha reclamado una mayor implicación de las administraciones públicas para reducir la brecha social y ha subrayado la importancia de cuidar la salud mental de las personas atendidas: “Muchas llevan tiempo viviendo en situación de pobreza y exclusión, y eso genera un agotamiento físico y emocional que también debemos abordar”.

También se ha destacado la ampliación de puntos de atención en el territorio, especialmente en zonas rurales donde hasta ahora no era necesaria la presencia de Cáritas, pero donde la realidad social ha cambiado.

El obispo de Lleida, Mons. Salvador Giménez, ha cerrado el acto con un mensaje de agradecimiento y esperanza: “Cáritas es la Iglesia que ama y acompaña. Vuestra labor no solo ayuda, sino que dignifica y transforma”.